El emoji es un pequeño ícono o imagen digital que expresa emociones, objetos, lugares o ideas, usado principalmente en la mensajería electrónica y redes sociales. Su origen se remonta a 1999 en Japón, cuando Shigetaka Kurita, un diseñador de software, creó un conjunto de 176 caracteres gráficos como parte de un sistema de comunicación móvil llamado «i-mode». Estos primeros emojis estaban inspirados en los pictogramas, y su propósito era permitir una forma rápida y visual de comunicación en un entorno de texto limitado.
La expansión de los emojis fuera de Japón comenzó con la integración en los teléfonos inteligentes y plataformas globales como iOS y Android a partir de 2010. En América Latina, el uso de emojis se popularizó junto con el auge de los smartphones, especialmente entre los jóvenes, quienes adoptaron los símbolos como una forma divertida y visual de comunicarse. Su inclusión en los teclados de los dispositivos facilitó su expansión, convirtiéndolos en una parte esencial de la cultura digital en la región. A medida que las redes sociales ganaban terreno, los emojis también se incorporaron al lenguaje cotidiano, adaptándose incluso a los contextos y costumbres locales.