Internet es una red global de computadoras interconectadas que facilita el intercambio de información a través de distintos protocolos, principalmente el Protocolo de Internet (IP). Permite la transmisión de datos entre redes públicas, privadas y comerciales, y es fundamental para la comunicación, el acceso a la información, los negocios y el entretenimiento. A través de servicios como la web, el correo electrónico y las redes sociales, Internet ha transformado la vida cotidiana, ofreciendo una nueva forma de interactuar y acceder a recursos de manera instantánea y global.
El origen de Internet se encuentra en los años 60, cuando se desarrolló ARPANET, una red financiada por la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada del Departamento de Defensa de los Estados Unidos (DARPA), destinada a conectar centros de investigación y universidades. Durante las décadas siguientes, se introdujeron tecnologías clave como el Protocolo de Control de Transmisión/Protocolo de Internet (TCP/IP), que permitió la interconexión de diferentes redes. En 1991, Tim Berners-Lee creó la World Wide Web, facilitando la navegación a través de hipervínculos y democratizando el acceso a la información, lo que impulsó el crecimiento de Internet a nivel mundial.
La llegada de Internet a América Latina comenzó a principios de los años 90, con los primeros países en adoptar la tecnología siendo Brasil, México, Argentina y Chile. Estos países, con una infraestructura más avanzada y conexiones con instituciones académicas de Estados Unidos y Europa, fueron los primeros en conectar sus universidades a Internet. En 1991, Brasil logró establecer un enlace con Estados Unidos para conectar sus universidades al backbone de Internet, mientras que en México se fundó la Red Académica de Computación (RAC), que promovió el acceso en las instituciones educativas.
Con el tiempo, la adopción de Internet en la región se expandió hacia el sector empresarial y luego al público general, especialmente durante los años 2000, cuando los cibercafés se volvieron populares y los servicios de Internet residencial comenzaron a crecer. A pesar de los desafíos como los altos costos de acceso, la limitada infraestructura y las diferencias en la conectividad rural y urbana, Internet siguió avanzando en América Latina. En la actualidad, la región ha experimentado un notable crecimiento en la conectividad, impulsado por el aumento de la cobertura de redes móviles y la expansión de la fibra óptica, aunque persisten desafíos en términos de calidad de servicio y acceso equitativo.