Las teorías sobre el aceleracionismo abordan el destino del orden capitalista global y sus consecuencias sociopolíticas. Las diferentes tendencias teóricas del aceleracionismo surgen a partir de la década de 1990 y se basan −en términos políticos, económicos y filosóficos− en pensadores del siglo XIX y XX como Karl Marx, Gilles Deleuze y Félix Guattari. No existe un único enfoque del aceleracionismo: el concepto abarca un espectro amplio de inclinaciones y discursos políticos, ya sea de izquierda o derecha, en muchos casos contradictorios entre sí. A grandes rasgos, el aceleracionismo propone la intensificación de las dinámicas propias del capitalismo para fomentar el colapso o transformación hacia un nuevo estadio de la condición humana, el poscapitalismo.
Algunos antecedentes del aceleracionismo se encuentran en textos como Fragmento sobre las máquinas de Marx y Capitalismo y esquizofrenia de Deleuze y Guattari. Sin embargo, uno de los primeros referentes directos es el filósofo y escritor inglés Nick Land, quien fue miembro fundador de la Unidad de Investigación de Cultura Cibernética (CCRU), durante sus años como profesor en la Universidad de Warwick (1995 – 2003). Al colectivo CCRU también se asocian intelectuales como Sadie Plant y Mark Fisher. El término “aceleracionismo” fue acuñado por Benjamin Noys en su libro The Persistence of the Negative del año 2010.
En el año 2013, Nick Srnicek y Alex Williams publican el Manifiesto por una política aceleracionista en el sitio web Critical Legal Thinking (criticallegalthinking.com/), constituyendo una perspectiva de izquierda del aceleracionismo, en oposición a la actitud reaccionaria que asumió Land en su etapa final y posterior a la CCRU. A este enfoque izquierdista se suma el manifiesto Xenofeminismo: una política por la alienación publicado por el colectivo Laboria Cuboniks el año 2015 (laboriacuboniks.net). En estos casos, se plantea el aceleracionismo como una toma de posición respecto a un presente en crisis social y medioambiental como del neoliberalismo.
Frente a la incapacidad para generar nuevas ideas y nuevos modelos de organización, el manifiesto de Srnicek y Williams propone preservar las conquistas del capitalismo tardío más allá de su sistema de valores, a través de una acción política efectiva de planificación poscapitalista, donde la aceleración permita el progreso hacia un autodominio colectivo. El cambio tecnológico, la desterritorialización, el sabotaje desestabilizador de los sistemas existentes, desde el punto de vista del aceleracionismo de izquierda, debe ser redirigido a nuevas causas y no obstaculizado. Esta visión pragmática de la política en el presente difiere en muchos aspectos de la propuesta experimental de la CCRU −antecedente clave del aceleracionismo−, ya que su actividad unía teorías y prácticas disímiles, para intervenir especulativamente en el tiempo a través de un desajuste entre ficción y realidad.
Fuentes
Avanessian, Armen y Mauro Reis (comps) (2017). Aceleracionismo. Estrategias para una transición hacia el postcapitalismo. Caja Negra: Buenos Aires.
Berger, Edmund (2022). Aceleración. Corrientes utópicas desde DADA a la CCRU. Madrid: Enclave de libros.