La telepresencia es una forma de transmisión y recepción de información instantánea, de un punto a otro, mediante un sistema telemático de comunicación. Lo telemático es la raíz de conceptos como telerrobótica, teledetección, telecomandos, entre muchos otros sistemas de transmisión simultánea desde lugares dispersos que posibilitan la interacción. A diferencia de otros medios similares, como aquellos que transmiten unidireccionalmente, la telepresencia es multidireccional, por lo cual permite experimentar la sensación de “estar ‘presente’ en un lugar físicamente remoto” (Manovich, 2005, 224).
El concepto aparece por primera vez en la novela de ciencia ficción Waldo (1942) de Robert Heinlein, protagonizada por Waldo F. Jones quien, debido a que sufría de una enfermedad que incapacitaba sus músculos, construyó una estación espacial bajo un ambiente sin gravedad donde creó máquinas (“waldoes”) que le permitían realizar teleoperaciones desde el espacio sobre la tierra. Décadas después, el uso masivo de la radio, la televisión y los computadores consolidó los avances tecno-científicos de transmisión instantánea, continua y remota. De modo que tanto las tecnologías de la telecomunicación como las tecnologías de la información, enfocadas en el intercambio de datos creados en tiempo real, se desarrollaron intensamente durante la década del 90 en la búsqueda por generar sistemas de transmisión sensoriales. En ese contexto se popularizaron conceptos como realidad virtual, ciberespacio y telepresencia.
Particularmente, la telepresencia transmite información visual, acústica e incluso háptica del entorno, generada en tiempo-real, que permite al receptor tomar decisiones, intervenir y ejecutar tareas en directo. Hace 30 años el artista visual Eduardo Kac escribía: “Lo que entendemos por comunicación está cambiando porque las distancias físicas entre los espacios, ya no imponen restricciones absolutas sobre cierto tipo de experiencias corporales (audición, visión, tacto, propiocepción −la sensación de la posición de las extremidades, movilidad, etc.) como era anteriormente” (1993, 9). En efecto, “la distancia más corta entre dos puntos ya no es una línea recta, como fue en la era de la locomotora y el telégrafo. Actualmente, en la era de los satélites y la fibra óptica, la distancia más corta entre dos puntos es el tiempo real” (12). En ese sentido, la telepresencia ha sido ampliamente estudiada en el campo de la fenomenología (por filósofos como Baudrillard, Virilio y Weissberg), ubicándola teóricamente en el lugar de un nuevo paradigma que ha modificado nuestra relación con la realidad, el tiempo y el espacio.
Fuentes
Manovich, Lev. (2006). El lenguaje en los nuevos medios de comunicación: la imagen en la era digital. Buenos Aires: Paidós.
Kac, Eduardo. (1993). “Telepresence art”. En Kriesche, R. (Ed) Teleskulptur, 48 – 72. visto en: https://web.media.mit.edu/~minsky/papers/Telepresence.html
